La educación en la salud mental es tan importante como en la física.

Emilio Gotera Sosa es presidente de la Asociación Canaria de Integración de Salud Mental Espiral.

Mariano De Santa Ana 28.09.2013 | 02:10

 

 

Emilio Gotera Sosa. | santi blanco

 

 

¿Cómo nace la Asociación Espiral?


- A principios de 2009, un grupo de usuarios de salidas de la Unidad de Salud Mental de la Casa del Marino comenzamos a organizar los fines de semana encuentros en casas de algunos compañeros.

- Nos reuníamos y hablábamos de cómo llevaba cada cuál su enfermedad. En 2010 el grupo creció con compañeros del proyecto Hefesto de la Fundación Servidis.

- A final de ese año decidimos tener un lugar de encuentro los domingos en la playa de Las Canteras. Al mismo tiempo, viendo que nuestras necesidades aumentaban, y como consecuencia de la falta de medios económicos -la mayoría de nosotros sólo cobra la pensión no contributiva- para desarrollar cualquier actividad, decidimos convertirnos en asociación con la finalidad de autogestionar nuestro ocio e integración socio laboral, jurídica y sanitaria.

- En octubre de 2011 nace la Asociación Canaria de Integración de Salud Mental Espiral.


¿Qué tipo de actividades realizan?


Organizamos seminarios de formación impartidos por personal y colaboradores de la asociación, excursiones culturales, asaderos, exposiciones, talleres de informática, lecto-escritura, inglés, etc. Tenemos, además, un espacio en el programa de radio Roscas y Cotufas de Kiko Barroso y contamos asimismo con los grupos de ayuda mutua coordinados por el Plan Insular de Rehabilitación Psicosocial (PIRP) del Servicio Canario de Salud. Uno de los servicios más importantes que prestamos es el del Teléfono de la alegría para mantener un lazo de unión entre todos los compañeros, sobre todo en los momentos de aislamiento y convalecencia.

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Una de las peculiaridades de la Asociación Espiral es que todos los integrantes de su junta directiva padecen algún tipo de discapacidad mental. ¿Ha servido este requisito para ayudar a cambiar la percepción social sobre su capacidad de autoorganización?


Por supuesto. Podemos autogestionar nuestros recursos, siendo capaces de organizar y desarrollar trabajos cualificados. Solo necesitamos tiempo, buena orientación y formación. Hemos conseguido retos por los que nadie apostaba. Nuestra labor diaria lo demuestra.


¿Con cuántos asociados cuentan?


Ahora mismo tenemos 64 personas registradas como socios, aunque en contacto telefónico y a través de las redes sociales somos 180.


¿Qué demandas hacen a las administraciones en estos momentos de recortes a programas sanitarios y sociales que les afectan?


- Habría que preguntarse cuándo la salud mental no ha estado en crisis. Si comenzamos por la sanidad, faltan recursos humanos, incremento de plazas y adecuación de espacios en los hospitales, pisos tutelados, ayudas para medicamentos, etcétera.

- Muchos compañeros no disponen ni de bono guagua (autobús) para desplazarse a los centros de día. A nivel social vivimos en la absoluta precariedad con nuestras pensiones, que no llegan a los cuatrocientos euros, y se cierne sobre nosotros la incertidumbre con respecto a su continuidad.


- El estigma de la discapacidad mental se sufre también en la escuela. ¿Han pensado en acometer acciones en los centros educativos?


- La educación en salud mental es tan importante como la educación física. Estamos preparando una campaña conjunta con el PIRP de cara a dar una visión profesional en colegios, institutos y asociaciones para informar a la sociedad de lo importante que es comprender los pasos que hay que dar cuando procede o surge la enfermedad mental.

 

Esta iniciativa la quiere desarrollar también Asemfa.

Actualizado Viernes 27/Septiembre/2013.