miércoles, 29 de agosto de 2018

La anorexia: ¿una respuesta al ideal o una pregunta por el ser?



“Y un día la Oruga se convirtió en Mariposa y se sintió bien porque las Mariposas vuelan y la Libertad es Belleza”.

Quisiera comenzar con un chiste de Caloi donde, Clemente añora las calóricas épocas de Doña Petrona. Dice así: 
-       El mundo está definitivamente loco.
-       Mi mulatona, mi pobre mulatona, ahora hecha una flaquita, una inocente víctima de las deformaciones de la “era moderna”.
-       Despojada de sus mejores atributos por la evolución de los tiempos que se viven.
-       Se han trastocado todos los valores.
-       Ahora las mujeres en vez de comprar los libros de Doña Petrona, compran los del Doctor Cormiyot.

¿Qué es lo que nos dice Clemente con todo esto? Quizá menciona muchas de las cuestiones que nos preguntamos sobre la anorexia y la bulimia.
¿Es una moda?
¿Influye la cultura en estas patologías? 
¿Son los medios de comunicación los que incitan a caer en estos trastornos?
¿Es culpa de los talles pequeños que se ofrecen en los negocios?
¿Es el ideal de belleza actual, el ideal de mujer ultra delgada?
¿A los hombres no les gustan las mujeres gordas?
¿Tiene que ver con la belleza? Si es así; ¿qué es la belleza?
El artista plástico Pérez Celis dice:
 “La belleza no es un concepto. No es solo la forma sino lo que emana y fluye desde el centro de la forma. Es armonía, inteligencia  profundidad y misterio. Es lo que cambia, transforma y vivifica. Las mujeres como las flores, son los seres más bellos del universo.  Cada flor tiene su propia belleza y nos cautiva con su encanto especial”.
 Las flores no se rigen por cánones. Son lo que son, y siendo lo que son nos dan la alegría de sentir su belleza. Y continúa…
 “Yo creo que la anorexia es una enfermedad de la mente que pretende anular nuestro verdadero ser impulsándonos a someternos a una obsesión que nos impone absurdas reglas para lograr el peso, el físico que la sociedad aprueba… La imagen soñada, aún con el peso deseado, se ve opacada, nublada, floja, desabrida. Me recuerdan los cuerpos débiles y demacrados de los campos de concentración. Una imagen más cercana al rechazo que a la admiración, al raquitismo que a la belleza… No creo que la anorexia conduzca a la belleza. La belleza es la armonía interior, una luz que resplandece en la mirada. Es la sonrisa que nos atrapa. Es la autenticidad, es ser lo que se es”. 
Ahora bien, ¿la belleza tiene que ver con la mirada?, por ejemplo aquí desde la mirada del artista, su concepto de belleza, y que es lo que él ve o bien le seduce de la mujer. 
Yo me pregunto: Cuando Clemente ve a la Mulatona, ¿qué es lo que ve? Y cuando la Mulatona ve que Clemente la mira ¿qué es lo que piensa? 
La Mulatona despierta en Clemente el deseo, la sexualidad, la seducción. 
La “flaquita, víctima de la era moderna”, no despierta en Clemente el deseo, sino la añoranza por un cuerpo sexuado, la añoranza por un cuerpo con formas, con panza. Una panza como almohada, con descanso mullido y suave, la panza que no se avergüenza de ser panza porque tiene que ver con el ser mujer, con la reproducción, con la sexualidad, con el ser madre. ¿Quizás añoranza de  Madre? ¿Cuál es la mirada que espera la anorexia? ¿Cuál es la idea de perfección que quiere cubrir o encubrir?¿Ante la mirada de quien responde con este ideal?
Pero bien, vayamos por partes, aclaremos algunas cuestiones, qué es la anorexia y qué es la bulimia nerviosa.
La bulimia y la anorexia son enfermedades antiguas, sin embargo antes de desconocían, por lo que las personas afectadas eran consideradas santas o brujas: Como Santa Catalina de siena que murió a causa del ayuno en el siglo XIV.
Durante la Edad Media se sabe que muchas jóvenes con convicciones religiosas se sometían a ayunos prolongados.
Los egipcios consideraban que la comida era una de las causas de enfermar, y por ello se purgaban una vez al mes. Entre los romanos eran célebres los vomitorios, donde se purgaban después de haber participado en fiestas y comilonas. 
Actualmente los valores sociales que propugnan el culto al cuerpo y vinculan el éxito a la delgadez, han colaborado para que estos trastornos hayan dejado de ser casos aislados para tomar dimensiones casi epidémicas.  Considero que la “cultura del narcisismo” es una de las causas, una cultura que para tapar lo siniestro se encubre en la imagen, imagen etérea y vacía… vacía en ser.
 Considero que tanto la anorexia y la bulimia como otras patologías actuales que predominan en los adolescentes, como las adicciones y las depresiones, tiene mucho que ver con esta falta en ser, con una falta de identidad, y por eso se guía por cánones externos.
“Desmentido lo siniestro, la aparen te mansedumbre de la realidad nos tienta, al igual que Narciso, como el lugar concreto del objeto imposible”. El lugar concreto del objeto imposible, es el lugar del Ideal, es un Yo Ideal completo, cerrado,  si somos el Ideal, somos la perfección, y si somos la perfección, ya no tenemos deseos, no tenemos que desear.
Desmentida la castración, retornan a aquel lugar infantil donde cubrían los ideales narcisistas de los padres. Pero desde allí se hacen esclavos de los ideales de sus padres, solo a partir de poder correrse en ese lugar de perfección, tolerando la falta, o sea el que seamos incompletos, es que podrán entrar en el círculo de deseo. Y así de la vida.

Ahora bien pasemos específicamente a la sintomatología de la anorexia y la bulimia:
La anorexia nerviosa se caracteriza por un miedo aterrador a la gordura. El problema principal aparente es el del control del peso y el logro del dominio sobre el cuerpo, pero este problema encubre otro subyacente: la búsqueda de capacidad de control en general, de un sentido de identidad personal, de competencia y eficacia.
La perturbación básica consiste en el trastorno de tres áreas de funcionamiento psíquico que están dañadas: 
1)   Trastorno de la imagen corporal
2)   Percepción confusa de los estímulos que surgen en el cuerpo
3)   Sensación de ineficacia paralizante.
Estos trastornos tienen su origen en una falla de la relación temprana madre-hijo. Una madre con falta de empatía no responde adecuadamente a las señales incipientes de su bebé: le da de comer, lo cambia, lo levanta en brazos cuando ella tiene ganas o se le ocurre, con lo cual suprime las expresiones tempranas de las necesidades de la criatura. Esta finalmente abandonará sus intentos de comunicación. De este modo no aprende a reconocer sus propias señales, se rige por los estímulos que vienen de afuera y adquiere un self mimético, falso. Este falso self es indiferenciado y débil porque se han anulado las señales internas que hubiesen tenido que funcionar como instrumento para la diferenciación.
Otra consecuencia de la anulación de las señales internas es la distorsión de la imagen corporal, que se estructura a base de estímulos internos y respuestas externas. Por la falta de equilibrio entre unos y otros, la autoimagen se deforma y ya no refleja la realidad.
El proceso se intensifica con la pubertad, para cuyas exigencias nuevas las niñas no están preparadas. Se sienten a merced de la naturaleza, sin poder disminuir siquiera el ritmo de los cambios, lo que contribuye a la sensación de ineficacia que caracteriza a las niñas anoréxicas.
El modo que encuentran de superar esta impotencia y paralizar el proceso de maduración es negarse a comer, lo cual es facilitado por la percepción errónea de las propias funciones corporales, a las que nunca pudieron conceder importancia por tener que responder a las exigencias de la madre: Comían cuando ella lo indicaba, se abrigaban cuando ella decía que hacia frio. Y así se hicieron incapaces de reconocer el hambre. Confunden hambre con apetito.
Negarse a comer significa sublevarse frente al sometimiento. Siente que son títeres en manos de los otros que no hacen nada por su propio deseo.
Tienen miedo a engordar en tanto les significa  perder el control. Presentan una preocupación obsesiva por la comida.
Sienten sensación de plenitud después de haber ingerido solo unos bocados.
Muchas anoréxicas se provocan vómitos aún sin sufrir episodios de bulimia, por el miedo a engordar.
También pueden recurrir a purgantes o diuréticos.
La hiperactividad es otra de las características, así como también la falta de reconocimiento de los impulsos y deseos sexuales.
Todo esto a su vez va acompañado de un cambio de carácter. De dulces y obedientes pasan a ser exigentes y obstinadas. Son irritables, arrogantes y logran que la madre y la familia giren en torno a ellas.
La apariencia de vigor cubre la debilidad del yo, que se refleja  en su modo de pensar. Es concreto como el periodo de egocentrismo y de eficacia mágica, época en que no recibieron esos estímulos adecuados para seguir evolucionando y lograr el pensamiento abstracto.
Se auto exigen mucho y no se permiten placeres de ningún tipo. Se agreden a sí mismas y se vuelven cada vez más peculiares y distintas del resto, aislándose. Están absortas en sí, rumiando constantemente acerca de su peso y comida. Necesitan autoafirmarse y no toleran sugerencias, si bien tampoco saben que desean. Buscan y rechazan al mismo tiempo apoyo y consejo con la típica ambivalencia adolescente pero intensificada. Están orgullosas de una flacura que delata su fragilidad y despierta compasión en los otros. Si este proceso no se detiene a tiempo y con la ayuda terapéutica adecuada, pueden llegar a auto aniquilarse. 
Para ir concluyendo; ¿cuál es el ideal de perfección que quiere cubrir o encubrir la anorexia? ¿Ante la mirada de quien responde con este ideal?
¿La anorexia entonces es una Respuesta al Ideal O una pregunta por el Ser? .Buscando esa respuesta las jovencitas se indigestan con imágenes que pretenden mostrarles lo que son, y lo que deben ser: La/el modelo que las representa a todas. Entonces dejaran de comer, se desvivirán, para ser Ella.
En ellas el cuerpo se hará símbolo, sex-symbol.
Pero al mismo tiempo callarán y el síntoma hablará por ellas. Les dirá, descarnadamente, si alguien las ayuda a escucharlo, que se mujer no es ser tal o cual modelo canónico, tal estereotipo. Pero tendrán entonces que aprender a soportar el enigma que representan, no solo para los hombres sino también para ellas mismas. Podrán prescindir de respuestas que les den identidades faltas, o de órdenes autoritarias que pretendan “curarlas” forzándolas a comer o controlando su peso como si fueran autómatas o niñitas retrasadas. Podrán vivir en el mundo de los que comen provistas de algunos símbolos que les permitan enfrentarse a todos aquellos y aquellas que les digan “Tú eres este modelo”: Santa, bruja, histérica, anoréxica. Deberán estar advertidas, que no todas las escucharán, ni satisfarán su hambre de símbolos.
Y con el tiempo, despacio, podrán responder: “No soy ella. Soy solamente “Una” mujer. Ni más ni menos que eso”.
Ahora bien para concluir cual es el lugar del Psicoanálisis en estor trastornos:
¿Y si el dejara de mirarte? ¿Y si el dejara de escucharte? ¿Qué está pasando con la mirada materna con esa mirada que construye, que unifica? Que pone palabras y que provee de significado a tantos significantes...Que pone orden al caos o bien retomando el proyecto de psicología para neurólogos, cualifica cual sistema omega esa cantidad libre del sistema Fi o Psi que hace al afecto. Ese auxilio externo dirá Freud que permitirá el pasaje del Narcisismo Primario al Narcisismo Secundario.

“Desmentido lo siniestro la aparente mansedumbre de la realidad nos tienta, al igual que Narciso, como el lugar concreto del objeto imposible”. Naturaleza de Narciso, Nasón.
¿Es esta la realidad a la que nos enfrentamos hoy más cercanas a Hamlet que a Edipo?
Me interesa especialmente indagar en el vínculo madre-hijo ya que hoy nos encontramos con una clínica más cercana a Hamlet que a Edipo, más cercana a pacientes que se manejan desde el narcisismo primario que el secundario, pacientes “niños” pre-edípicos., donde ya el psicoanálisis tradicional, cuyo objetivo era hacer consiente lo inconsciente encontrará sus dificultades, con pacientes con compulsiones…compulsión a la repetición y con la desmentida como mecanismo de defensa ; ya Freud en su Más allá del Principio de Placer …nos brinda los elementos para trabajar con ellos.
Y desde aquí nos lleva a replantearnos la clínica: si estos pacientes no han podido ser mirados por estas madres, madres que por x motivo no han podido registrar las necesidades de estos niños, o decodificar correctamente… ¿cuál será la función del analista?...

Para concluir adjunto un testimonio de una paciente que por algún motivo yo sin saberlo me dejo esta misma tarde en la recepción de mi consultorio, una carta con fecha del 11/09/17.
Pía,
     Ya pasaron cuatro años desde esa vez en el 2013 que tuve mi primera sesión con vos. Ya rendida y negada a seguir luchando después de haber pasado por dos psicólogas cuya ayuda fue nula, te conocí a vos. La tercera es la vencida dicen, y así fue. Durante estos cuatro años pasaron muchas cosas, muchas idas y venidas, muchos enojos y miedos pero al final siempre estabas dispuesta a ayudar, dispuesta a salvarme.
Pienso en lo que era antes, y miro lo que soy hoy y me siento orgullosa del cambio. Allá por el 2013, no era más que una nena de 15 años, perdida, frágil, muerta de hambre, pidiendo a gritos que la quieran, que la abracen. Varias veces sentí la muerte tan de cerca y las veces que abre deseado antes de irme a dormir no despertarme al otro día. Estaba muerta en vida. Y cuando estaba a punto de caer al vacío, alguien me agarró de la mano y me ayudó a buscar motivos para quedarme. Esa fuiste vos.
Si hablamos de hoy me enorgullece verme grande. Me siento tan bien. Fuerte, segura, decidida, me miro al espejo y me gusto. Me siento linda, activa, con mucha energía. Tengo muchas ganas de vivir, tengo muchos sueños por cumplir. Hoy amo la comida, tengo ganas de probar todo lo que me restringí antes. Tengo ganas de reírme a carcajadas de todo, hasta de mi misma. Tengo ganas de abrazar, de besar de querer mucho y bien, de confiar. Tengo mis miedos también, mis inseguridades, me voy conociendo y tengo mis puntos débiles todavía. Pero eso no me reprime no me da vergüenza, a pesar de eso, tomo aire e impulso y voy.
Antes lo único que miraba era mi propio ombligo, egoísta y superficial como nadie, hoy mi postal cambió, hoy observo mucho mi entorno, me preocupo por el otro, un montón, cuando algo no me gusta o no me siento cómoda puedo decir que no, y cuando quiero algo lo digo o voy a buscarlo con mis propios medios. Salí de mi burbuja y ahora exploro el mundo, lleno de gente de mierda. Pero eso no me frena, estoy segura que frente a tanta basura hay gente con honor, con valores dando vueltas. No pierdo la Esperanza de que todavía queden personas con códigos, con pasiones, con ganas de querer mucho, con ganas de trabajar y estudiar, gente como vos, como yo, y no pierdo la fe en que la vida va a poner ese lujo de personas en mi camino. 
Aprendí a aceptar a mi Mamá tal cual es, entendí que no la puedo cambiar, y así no sólo recuperé mi relación con ella sino conmigo misma. Aprendí a valorar lo que tengo y a entender que si no lo tengo nadie me lo va a regalar, tengo que ir a buscarlo. Aprendí a no perder más tiempo, a dejar de mendigar amor y amistad. Aprendí a soltar lo que me lastima y a ser menos obsesiva con las cosas.
Sé que todavía hay muchas chicas por ahí, contando calorías, llenando sus vacíos y carencias con más vacíos. Si tan solo pudiera ayudarlas, hacerlas entender que la vida es tan linda, que hay dolores de panza más lindos que los que genera el hambre y los vómitos, como el que genera el reírse fuerte. Hacerles entender que tienen motivo para estar acá en el mundo, que la comida no lastima, que la vida a veces puede no ser lo que queremos pero no hay que perder la esperanza.
Pía, gracias, esto también es logro tuyo. No solo sos una gran profesional, sos muy humana y sensible, eso fue lo que hizo que con vos funcionara, y con las otras dos no.
Para los que dicen que la Bulimia y La Anorexia no son curables, este testimonio demuestra lo contrario. Yo…gané la Batalla.
Es por eso que te digo…Me acuerdo de la primer sesión y la primera pregunta que me hiciste fue quien era mi Ideal, mi modelo a seguir. En este momento no me acuerdo bien la respuesta, no sabía que decir. Pero si hoy me lo volvieras a preguntar te diría que querría ser una gran profesional, una gran mama, una esposa, y sobre todo una gran persona; y a la persona que tomaría de ejemplo es a vos.
Gracias por tu cariño desinteresado, tu amparo, gracias por ayudarme a encontrar mi camino.
Y cuando sea grande y me acuerde por todo lo que pasé siempre voy a pensar en vos, si no fuera por vos, hoy no estaría acá para escribirlo.
La vida es muy linda y todavía me queda todo por vivir.
Lo Logramos Pía. Hoy si puedo decir que me siento del todo recuperada; y no solo que volví a ser lo que era antes de enfermarme, sino alguien mejor, me siento alguien más grande y con más paz. Crecí.
                            Te quiero mucho
                                            Agus            11/09/2017
“Y un día la Oruga se convirtió en Mariposa y se sintió bien porque las Mariposas vuelan y la Libertad es Belleza”.
Y desde aquí el Psicoanálisis se enfrenta con una pregunta por el Ser, Más cercano a Hamlet que a Edipo. Y desde allí nos lleva a revisar la técnica.



Autora: María Pía Isely Hope Centro Psicoanalítico